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Jueves 02 de Mayo del 2024

05-04-2024

INFOBAE -

Circulación del mosquito del dengue: cuándo podría bajar la curva de contagios

La enfermedad viral está en pleno ascenso en el país. Expertos consultados por Infobae precisaron las condiciones climáticas y de humedad para que haya menos de estos insectos

Con el actual brote de dengue en Argentina tipificado como el mayor registrado en la historia, todos nos preguntamos cuándo dejará de circular el mosquito Aedes aegypti, vector de la enfermedad.

Es que según las cifras del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, desde la semana 31 de 2023 —fines de julio y comienzos de agosto— hasta la semana 12 de 2024 —mediados de marzo— se registraron 180.529 casos de la enfermedad viral. Así, la epidemia de dengue actual es la de mayor magnitud si se considera que hubo otras cuatro anteriores que ocurrieron en 2009, 2016, 2020 y 2023.

Pero la última fue la peor que las anteriores, no solamente por el número de afectados y muertes, sino porque en el Noreste del país se siguió registrando la circulación autóctona del virus del dengue en invierno. En esa región, la curva de casos volvió a acelerarse en diciembre. En enero, los casos aumentaron en la región del Centro (que incluye el Área Metropolitana de Buenos Aires - AMBA), del Noroeste, en la de Cuyo, y en la provincia de La Pampa.

La médica infectóloga Silvia González Ayala, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) aseguró a Infobae que el descenso de la curva del dengue en el país será lento porque no conocemos todavía si alcanzamos el pico del actual brote epidémico ya que la última información disponible que tenemos a nivel nacional es de la segunda semana de marzo, según el BEN.

“Usualmente el pico ocurre en la segunda quincena de marzo, pero no hay información todavía de si alcanzamos el pico. El descenso va a ser lento y va a depender de las condiciones climáticas. Si seguimos con estas temperaturas y humedad va a ser una evolución arrastrada. Y lo otro que tenemos que pensar es la posibilidad que tengamos casos durante todo el año en el AMBA, es decir, que se vuelva endémico, como ya ocurrió en el norte argentino”, sostuvo González Ayala.

Y agregó: “Para que tenga impacto el descenso del dengue y en la vida del mosquito Aedes aegypti se necesita por lo menos una semana de temperaturas sostenidas por debajo de los 10 grados. Eso es lo que mata la población de mosquitos adultos. Pero hay que recordar que los huevos persisten de una temporada a otra. Y si los huevos están infectados, cuando tengan las condiciones de temperatura y humedad ya emergen los mosquitos infectados si se mantiene el ciclo. Por eso la clave es la eliminación de los mosquitos y las acciones de descacharrado se tienen que mantener durante todo el año y la llave es la educación para la salud. Con la información sola no vamos a ningún lado y lo que nos está pasando lo demuestra”.

“En el norte del país ya hay circulación todo el año, como ocurrió en 2023. Si bien habrá una disminución del número de casos, la persistencia de casos nuevos se espera en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Salta y Corrientes”, concluyó la experta.

Adrián Díaz investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIByT, CONICET-UNC) precisó a Infobae que con el invierno, bajan las temperaturas. Y si esa baja de las temperaturas es prolongada, el mosquito Aedes aegypti no tendrá más actividad de alimentación y por lo tanto irá muriéndose el mosquito adulto.

“El problema es que van a quedar los huevos adheridos a las paredes de los recipientes. Si no los eliminamos van a quedar latentes en la próxima primavera y se va a volver a reiniciar el ciclo. Si no eliminamos los huevos, no se van a eliminar las poblaciones y van a estar establecidas para la próxima temporada de dengue”, remarcó Díaz.

Y sostuvo: “Para la región más subtropical de Argentina, lo que se puede esperar si el invierno no es muy crudo, es que el Aedes aegypti siga estando activo durante el invierno y la transmisión vectorial del virus siga activa durante todo el año. Eso se espera para la zona subtropical como ya se observó en el último invierno en la región del noreste y en la cual estuvieron notificándose casos de dengue todo el año”.

El experto añadió que el periodo de contagio del dengue va a caer siempre y cuando tengamos un invierno frío. Para lo que es la región templada de Argentina, todavía el cambio climático no borró el invierno. Entonces, vamos a seguir teniendo una estacionalidad térmica que va a cortar con la transmisión vectorial. El problema será en la región subtropical del noreste y noroeste, que si el invierno no es muy crudo habrá circulación del mosquito y del virus todo el año, tal como ocurrió el año pasado.

En tanto, el médico internista Luis Cámera precisó: “No cabe duda que el mosquito se está adaptando a la ciudad. Le resulta mucho más cómodo vivir en la ciudad y tiene que ver con que en la ciudad tiene mucha gente a quien picar, o sea, tiene mucha comida, pero además no hay depredadores naturales, que serían los murciélagos, las libélulas, los sapos, los gorriones, las golondrinas, etc. Entonces tiene mucha comida por un lado y por otro lado no tiene depredadores. Son todas condiciones como para el crecimiento de esta especie sea muy importante. Pero esto es una cuestión de todas las especies, no solamente del mosquito”.

Y siguió: “Lo que uno va viendo en la práctica cotidiana es que a lo largo de los últimos años el territorio del mosquito ha ido creciendo, ha llegado a lugares secos y a lugares más fríos, así que evidentemente se está adaptando. ¿Más allá de lo lógico, no te lo sabría decir por qué? Pero ya no solamente pensemos en el cambio climático y en la temperatura alta, porque nos vamos a quedar cortos. Si esto es así, cabría la posibilidad que en algún momento llegue a la Patagonia”.

Respecto a la presencia sostenida del mosquito, el experto precisó: “El mosquito está presente ya todo el año, como quedó demostrado en algunas zonas del norte del Chaco y de Formosa, independiente de la temperatura que puede estar haciendo en esa región. Igualmente, aunque sea invierno, suelen ser temperaturas cálidas. Eso habla que el foco ya es permanente y eso es un reservorio del virus. Entonces desde ahí es que se plantea poder hacer vacunaciones selectivas en esos puntos para que cuando llegue una mayor temperatura y mayor cantidad de mosquitos, en otras áreas no se infecten esos mosquitos con el virus y después no lo vayan transmitiendo al resto del país”.

Y concluyó: “Lo que no cabe duda que independiente del cambio climático, que tiene que ver con mayor temperatura, da la sensación que se está adaptando hacia temperaturas más bajas y a climas más secos. Por eso ha aparecido en Mendoza, en La Rioja. Y está apareciendo ya en Bahía Blanca. Da toda la sensación que si llega a pasar bastante más tiempo va a llegar a la Patagonia. Está expandiendo su área de influencia. Eso sí se puede ver claramente”.

Más allá de las condiciones ambientales, todos los expertos consultados remarcaron la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos a fin de que no pongan sus huevos y que luego eclosionen con el calor.

“No deben descuidarse la vigilancia epidemiológica, la atención precoz y las medidas preventivas. Se invita a la ciudadanía a mantener el descacharrado, eliminar recipientes en desuso o impedir la acumulación de agua estancada, entre otras acciones”, precisó el Ministerio de Salud.

Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
Dar vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).

Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.

Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.

Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.

Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.

Tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua. También es importante para prevenir la picadura del mosquito.

Usar siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.

Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.

Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.

Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

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